.- El 17 de octubre de cada año se conmemora el Día Mundial contra el Dolor, cuyo
objetivo es crear conciencia sobre la importancia del alivio en cualquier tipo
de dolor, para mejorar la calidad de vida de las personas que lo padecen. La
Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en
inglés) lo define como una experiencia sensorial y emocional desagradable con
daño tisular real o potencial[1]. El dolor es una de las causas más comunes
de consulta clínica, se estima que está presente en el 70% de éstas.2
Existen
diferentes tipos de dolor como, dolor
nociceptivo por ejemplo el dolor muscular.
El dolor nociceptivo involucra a los receptores de daño que son los
encargados de iniciar la transmisión de la señal dolorosa – los llamados
nociceptores- que se encuentran principalmente en los tejidos blandos y en las
articulaciones, éste puede ser causado por una lesión traumática, como un
golpe, una torcedura, etc., por otra parte, está el llamado dolor neuropático, que surge a partir de una afectación en el
sistema nervioso– por ejemplo el dolor del miembro fantasma (Dolor que se
presenta en personas que han tenido una amputación de un miembro) – o en el
sistema nervioso periférico como la neuropatía[2].
Asimismo,
existe el llamado dolor mixto, que
afecta a 6 de cada 10 personas que
presentan algún tipo de dolor corporal. El dolor mixto puede afectar a los
músculos y a el sistema nervioso al mismo tiempo y en el mismo lugar, y se
acompaña de molestias como ardor, hormigueo, punzadas y entumecimiento, así
como trastornos del sueño, ansiedad, depresión, quemazón, sensación de frío,
descargas eléctricas y sensación de pinchazos.1
Es
importante lograr un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado para
cualquier tipo de dolor, sin embargo, no hay herramientas formales de detección
o diagnóstico para el dolor mixto, lo
que se ha convertido en un reto para los médicos de atención primaria.
Actualmente el diagnóstico de este tipo de dolor es a través de la revisión del
historial clínico del paciente además de un examen físico completo[3], por
parte de un médico.
Aunque se sabe que no hay una pregunta mágica para diagnosticar el dolor mixto, el Dr. Freynhagen en conjunto con otros autores, ¿han propuesto en su artículo Cuándo Considerar “Dolor Mixto” ¡La pregunta correcta puede hacer la diferencia! (When to consider “mixed pain”? The right questions
can make a
difference!),
las siguientes preguntas clave esenciales que pueden servir como una
estructura básica para ayudar a identificar el tipo de dolor predominante5:
- ¿Dónde
se siente exactamente el dolor?
- ¿Con
qué palabras se podría describir el dolor?
- ¿Cuánto
tiempo ha experimentado el dolor?
- En
una escala del 0 al 10 ¿qué tan intenso es el dolor en reposo y durante el
movimiento?
- El
dolor, ¿es constante, se incrementa durante el reposo o en movimiento?
- ¿El
dolor está relacionado con alguna causa que sea identificable? ¿Cómo comenzó y ha
evolucionado?
- ¿El
dolor ha sido tratado con algo?
- ¿El
dolor causa angustia psicológica?
- Además
del dolor, ¿existe algún otro síntoma o cambio que cause preocupación?
Ahora bien, el tratamiento del dolor mixto suele depender de los
antecedentes clínicos del paciente y la intensidad del dolor, pero una de las
opciones para tratar
farmacológicamente es la combinación de
diclofenaco, que ayuda a reducir el dolor y la inflamación, y vitaminas B (B1, B6 y B12), que
actúan en el sistema nervioso[3],[4];
esta combinación actúa sobre el origen del problema y provee alivio aún en el
caso del dolor mixto.6,7
La combinación de diclofenaco
+ vitaminas B está indicado como
auxiliar en el alivio del dolor e inflamación de músculos, articulaciones y del
sistema nervioso del cuerpo causados por, golpes, torceduras y caídas además de
aquellos causados por contracturas musculares. Siempre es recomendable que un
especialista de la salud pueda valorar su caso. Consulte a su médico.