#SigaSinPausa brinda un mensaje esperanzador para quienes viven con alguna enfermedad inflamatoria intestinal en Guatemala
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La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es crónica, de considerable incidencia
y prevalencia, y su naturaleza duradera, así como la gravedad de sus síntomas, tienen
un fuerte impacto en la vida de quienes la padecen, afectando su estado físico
y psicológico, impidiéndoles en muchas ocasiones llevar a cabo su vida diaria[1]. Estas son algunas de las razones
por las que es urgente dar visibilidad a este padecimiento en Guatemala.
Por esta razón el 19 de mayo, fecha que conmemora las
enfermedades inflamatorias de los intestinos, se lanzará una robusta campaña de
concientización bajo la etiqueta #SigaSinPausa.
La campaña #SigaSinPausa nace como una iniciativa de
Janssen y la Organización Panamericana de Crohn y Colitis (PANCCO), y forma
parte de los esfuerzos conjuntos que han venido realizando para educar sobre la
EII, sus posibles causas y síntomas y enfatizar sobre la importancia de un
diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno y adecuado para controlarla.
#SigaSinPausa propone un mensaje esperanzador. A pesar
del impacto negativo que la EII tiene en la vida de los pacientes que la sufren
y su entorno, hoy la investigación y los avances en innovación hacen posible
que se controlen los síntomas, permitiéndole a las personas con EII que
continúen su vida, realicen sus actividades cotidianas, se reincorporen a su vida
laboral y puedan lograr sus sueños.
La EII es usualmente representada por la Colitis
Ulcerativa y la Enfermedad de Crohn, ambas crónicas, con un curso variable y en
la mayoría de los casos progresivo, y aunque se han realizado muchos avances en
investigación, aún no se sabe qué es lo que las causa. Algunos estudios indican
que la inflamación del intestino se debe a varios factores: genes predispuestos,
el sistema inmune y el medio ambiente (como el tabaco, estrés e infecciones).[2]
“El sistema inmunológico es una red compleja y
poderosa que defiende al organismo contra invasiones e infecciones y mantiene
la salud de las personas. Por lo general, funciona efectivamente, sin embargo,
en ocasiones y por causas desconocidas, el sistema inmune se ve afectado y
ataca erróneamente a tejidos sanos del organismo, causando dolor, inflamación,
daño y algunas enfermedades autoinmunes, como la EII”, comenta el doctor Flavio
Steinwurz, presidente de PANCCO. “Este descontrol o desequilibrio en el sistema
inmune daña el intestino y por ello se requiere de un tratamiento que ayude a
devolverle el equilibrio al sistema inmune”, continúa el doctor.
Existen varios tipos de diagnóstico de la EII, sin
embargo, los dos más importantes son la colitis ulcerosa o ulcerativa (CU), que
se caracteriza por la aparición de úlcera en el colon y recto; y la enfermedad
de Crohn (EC), que puede afectar cualquier segmento del tracto
gastrointestinal.[3] La CU y la EC tienen síntomas similares entre
los que se destacan: diarrea, sangrado fecal, dolor abdominal, fiebre y pérdida
de peso, fatiga, dependiendo de la complejidad de la enfermedad y la
localización.
Las terapias biológicas, una esperanza para los
pacientes con EII
Hoy, gracias a la ciencia y la investigación, se han
desarrollado terapias biológicas de alta complejidad que han revolucionado la
forma en que se abordan las enfermedades autoinmunes. Estas terapias biológicas
tratan una enfermedad determinada utilizando porciones del sistema inmune. “Los
avances alcanzados en el campo de la biotecnología nos han permitido generar
terapias que restauran el equilibrio inmunológico y que permiten controlar los
síntomas de enfermedades como la EII, evitando que el intestino se siga
deteriorando y dándole al paciente la posibilidad de recuperar su vida y
continuarla con calidad” explica el doctor Steinwurz.
Es clave lograr un diagnóstico temprano para asegurar
un tratamiento oportuno que evite la progresión de la enfermedad.
Los síntomas de la EII, junto con las complicaciones
que pueden ocurrir si no se controlan a tiempo, llegan a tener un impacto
extremadamente debilitante en la vida de los pacientes, con tasas más altas de
depresión y una menor participación laboral.[4] Se
estima que hasta un 50% de los pacientes con EII pueden llegar a tener
compromiso extraintestinal, principalmente en articulaciones, piel y ojos,
causando un significativo deterioro en la calidad de vida.[5]
“La importancia que el gremio médico y la población
conozcan la enfermedad y se pueda detectar en etapa temprana redundará en que
se pueda tratar bien desde un principio y así evitar las complicaciones,
brindando una mejor calidad de vida. Es importante resaltar la importancia de
saber que en nuestros países”, aseguró el Dr. Nadhykrishna Samayoa González,
del Centro Clínico de Medicina Integral en Guatemala. “La incidencia de la
enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa ha aumentado, por la mala
alimentación, estados de ansiedad/stress trastornos de la flora intestinal: preámbulo
para el desarrollo de esta enferma digestiva.”
En general, el diagnóstico de confirmación de la EII
se determina siguiendo criterios aceptados internacionalmente que incluyen
aspectos clínicos, de laboratorio, endoscópicos e histológicos y radiológicos.[6] Sin embargo, lograr un diagnóstico temprano, sigue
siendo uno de los principales retos para el mejor control de la enfermedad. [7]
La gran mayoría de los pacientes son diagnosticados de
manera tardía debido a una combinación de factores: la automedicación y la
falta de capacitación de algunos médicos de atención primaria, lo cual
dificulta la identificación/detección de la enfermedad y consecuente remisión
temprana a un especialista, sin mencionar la complejidad del método para su
diagnóstico.
El impacto de la EII no
solo afecta al paciente y su entorno, sino que representa una carga económica
importante.
Al ser un trastorno crónico
que se inicia en los pacientes a una edad temprana, esto representa un impacto importante
en costos en los sistemas de salud -tratamientos complejos a largo plazo- y en
la productividad de los países y sus economías.[8] La mayoría de los pacientes son adultos
jóvenes entre los 20 y 40 años.[9]
Esfuerzos e iniciativas
como la campaña #SigaSinPausa juegan un papel importante para promover que enfermedades
como la EII se conozcan, se diagnostiquen a tiempo y se controlen, para el
beneficio del paciente y su entorno.
Con esta iniciativa, se
espera poder alcanzar a un gran número de la población y así lograr motivarles
a buscar diagnostico o tratamiento médico, el cual podrá significar un cambio
importante en las vidas impactadas por estos padecimientos.